El Comando Departamental de la Policía confirmó ayer la muerte de un adulto mayor tras la mazamorra que arrasó con gran parte de la comunidad de Andavilque, en el municipio de Llallagua. La víctima, identificada como Agapito Reyes Huaytari, de entre 85 y 90 años, fue reportada como desaparecida desde el domingo. Su cuerpo fue hallado entre el lodo de sulfuros luego de intensas labores de rescate que requirieron maquinaria pesada para remover los escombros de su vivienda, completamente destruida por el deslave. Esta es la primera víctima humana reportada en el municipio de Llallagua, pero la tragedia no solo cobró una vida humana, cerca de 500 cabezas de ganado también murieron sepultadas. Desde enero, las intensas lluvias en Potosí han provocado la muerte de al menos seis personas: cinco arrastradas por ríos y lodo, y un niño alcanzado por un rayo. Sin embargo, en el caso de Andavilque, surgen serias dudas sobre la responsabilidad estatal. El propio presidente Luis Arce informó que las Fuerzas Armadas rescataron a los pobladores de más de 40 viviendas afectadas por la mazamorra, provocada por el desborde del lago El Kenko. Pero hasta ahora, ninguna autoridad ha explicado por qué colapsó la laguna ni qué medidas se tomaron para evitarlo.