La pausa ecológica de 10 años en todas las zonas de la Amazonía afectadas en los últimos incendios forestales, anunciada por el presidente Luis Arce, con el fin de reforestarlas, debe ir acompañada de penalidades y de controles estrictos, coincidieron biólogos y activistas. Arce informó, en el marco de la Cumbre del G20 desarrollado en Brasil, que Bolivia está entrando a un programa de deforestación muy agresivo, “donde nosotros vamos a hacer una pausa de 10 años en esas zonas quemadas para poder reforzarlas y eso implica también recursos, por eso, hemos aplicado algunos programas que tienen que ver con la administración del medioambiente”. Sobre el tema, el biólogo y experto en medioambiente, Miltón Fernández, señaló que inicialmente la medida para intentar frenar los incendios forestales es apropiada, pero para que sea efectiva y tenga un impacto positivo sobre la protección y recuperación de los bosques, debe ser regulada, a través de un control estricto con sanciones y penalidades severas a las personas que incendian deliberadamente los bosques. “De lo contrario no tiene ningún sentido promulgar decretos de protección, sólo con el objeto de mostrar, ante la comunidad nacional e internacional, una falsa preocupación por la pérdida de nuestro patrimonio natural y los recursos naturales del país”, apuntó. Leyes incendiarias Para el experto, sólo existe una manera de frenar el terrible daño que causan los incendios a los bosques y la biodiversidad: abrogar “todas la leyes y decretos incendiarios, no basta con abrogar un par de leyes o decretos”. Fernández sostuvo que, posterior a la abrogación de las leyes y decretos incendiarios, se necesitará elaborar y desarrollar programas de restauración con especies nativas propias del bosque. “Si esto no es posible por la extensa superficie de bosque quemado hasta la fecha, la vegetación de manera natural se volverá a instalar, pero no será con las mismas especies que tenía el bosque original quemado. En todo caso, existirá un reemplazo de la vegetación con plantas adaptadas a vivir en suelos ricos en carbono, debido a los incendios forestales, esto ocurrirá de forma natural en toda la región de la Amazonía boliviana afectada por los incendios”, concluye. Por su parte, los representantes de Alas Chiquitanas consideraron insuficiente la medida anunciada por el presidente Arce. Es más, afirmaron que “no le creen”. “Como ciudadana no le creo al Gobierno, mientras no haya algo concreto de que están haciendo algo, seguirá sólo siendo anuncios”, remarcó la activista de Alas Chiquitanas, Ericka Bayá.