Desborde de dos ríos anega una planta de aguas negras y el botadero de Cliza

Fecha: 2024-03-14

Inaccesibles y anegados, así se encuentran una planta de tratamiento de aguas residuales, el botadero y 30 casas en la zona norte de Cliza por el desborde de los ríos que impactó a ese municipio el domingo. El desborde de los ríos Cliza y Sulti afectó el tratamiento de las aguas de 450 casas y el acopio de basura, dijo el director de Planificación, Edwin Terceros. Explicó que el crecimiento extraordinario de los ríos provocó la acumulación de gran cantidad de agua donde funciona la planta hace tres años. A tres días de la riada, no hay acceso al lugar. “No se puede ingresar aún, estamos esperando que las aguas bajen para hacer la limpieza, el mantenimiento y la evaluación, ésa es una de nuestras prioridades”, dijo. En un recorrido, Los Tiempos constató que el ingreso por el sector de Barrios Unidos es complicado debido a que las vías están inundadas. Algunos pobladores expresaron su preocupación por la contaminación con las aguas negras y comentaron que el caudal supera el metro de altura. Se prevé que disminuirá a medida que las aguas vayan bajando a La Angostura. Respecto al botadero, Terceros informó que se habilitó una estación provisional para depositar la basura y no suspender el servicio de recojo a la población, mientras se aguarda que el nivel reduzca. Entre tanto, los comunarios de la zona central y sur del municipio intensificaron los trabajos de limpieza y defensivos en las acequias principales y secundarias por temor a otra riada y lluvias. Defensivos En otra zona afectada, Kjochi Lázaro, los propios pobladores construyen sus defensivos con tierra y bolsas. “El domingo ha llegado demasiada agua y los bordes no han resistido y han cedido, inundando los cultivos de maíz y casas”, contó el dirigente Augusto Alba. Los productores explicaron que el desborde de la acequia Comporta fue por la excesiva limpieza que hicieron algunas comunidades afectadas por la sequía para tratar de traer mayor cantidad de agua de la cuenca Siches que baja de Sacabamba sin prever las consecuencias en época de lluvia. A tres días del desastre, los agricultores de Huasa Calle y otros puntos críticos desfogan el agua de los sembradíos de maíz y alfalfa con bombas que se alquilan para recuperar parte de la producción dañada y evitar que se siga remojando. Los afectados observaron que la Alcaldía no abastezcas para atender las necesidades de las 52 comunidades inundadas.