La activista ambiental Daniela Arratia, representante del colectivo «Lucho por la Amazonía Boliviana», expresó su agradecimiento a la naturaleza tras las recientes lluvias que ayudaron a sofocar los incendios en el Parque Nacional Madidi. Sin embargo, Arratia subrayó que esta situación no debe desviar la atención de la falta de un plan efectivo para el manejo de incendios forestales en Bolivia. «Hasta el momento no hay un plan real de manejo efectivo de incendios forestales en Bolivia», afirmó, resaltando que las cartas enviadas al Viceministerio de Defensa Civil y al Ministerio de Defensa solicitando ayuda aérea fueron ignoradas durante semanas. Desde el 25 de octubre, los incendios han devastado aproximadamente 40.000 hectáreas en el Madidi, un área reconocida por su rica biodiversidad. A pesar de que las autoridades estaban al tanto de la situación desde el inicio del desastre, no fue sino hasta el 4 de noviembre que se realizaron acciones significativas, incluyendo el envío tardío de helicópteros y guardaparques. Arratia denunció que la respuesta del Gobierno fue insuficiente y llegó demasiado tarde, argumentando que «comenzaron a enviar helicópteros y guardaparques cuando ya los incendios forestales gracias a la lluvia se sofocaron». La activista también destacó que la comunidad ha tenido que asumir costos para realizar sobrevuelos sobre las áreas afectadas, evidenciando una vez más la falta de acción gubernamental. «Hemos recibido una serie de ataques por parte del Viceministerio de Defensa Civil descalificando a los defensores ambientales solo por decir la verdad sobre los incendios forestales», añadió Arratia, quien recientemente decidió suspender una huelga de hambre en defensa del Madidi. El Gobierno declaró que los incendios están controlados, pero Arratia y otros activistas mantienen que esto es un reconocimiento tardío a los esfuerzos realizados por voluntarios y activistas locales. La situación en el Parque Madidi sigue siendo crítica y refleja una necesidad urgente de políticas efectivas para proteger uno de los ecosistemas más valiosos del mundo.