La amenaza inminente de los incendios ha llevado a los habitantes de Santa Ana a tomar medidas drásticas para preservar sus viviendas. La situación en Urubichá, un municipio de la provincia de Guarayos, continúa siendo crítica debido a los devastadores incendios forestales que han arrasado más de 900 mil hectáreas de tierra en la región. Los comunarios de Santa Ana, una de las áreas más afectadas, están en una lucha desesperada para proteger sus hogares. La amenaza inminente de los incendios ha llevado a los habitantes de Santa Ana a tomar medidas drásticas para preservar sus viviendas. Con la mayoría de los techos construidos con motacú, los residentes se ven obligados a mojar los techos constantemente para evitar que se incendien. "Estamos echando agua para que no se queme la casita. Casi se quema la casa, todos se asustaron", comentó una comunaria con evidente preocupación. El impacto de los incendios no se limita a la amenaza directa al hogar; la densa humareda generada por el fuego está afectando gravemente la salud de los habitantes, especialmente de los niños y adultos mayores. La contaminación del aire ha provocado afecciones respiratorias y oculares, intensificando el sufrimiento de la comunidad. "Ya hace dos semanas que estamos así, está grave el humo. Estamos con miedo, no dormimos bien", expresó otra residente. El municipio de Urubichá, que se encuentra en el corazón de una de las zonas más vulnerables a estos desastres, enfrenta una grave crisis ambiental. Las expectativas de lluvia que podrían aliviar la situación no se han materializado hasta el momento. La falta de precipitación ha exacerbado la crisis, dejando a los comunarios en una situación de gran incertidumbre y desesperanza.